Cómo elegir la alfombra perfecta

Cómo elegir la alfombra perfecta

¿Cuál es tu estilo de alfombra?

Lo primero al elegir una alfombra, es tener en cuenta la decoración de la estancia. Haz que coordine con mobiliario, tapicerías y cortinas. Si los demás textiles son estampados, escoge una lisa para no recargar el espacio. Si predominan los tejidos lisos, puedes seguir con la misma línea sencilla o escoger un diseño de flores, de formas geométricas...

 

Si quieres multiplica la luminosidad, elige una alfombra lisa de un tono neutro, claro y suave, lo que ayudará a potenciar no solo la luz, sino también la amplitud y la calidez.

 

alfombra

 

Otra opción son las de color. Y es que parece mentira cómo el color de una alfombra puede transformar cualquier estancia. Los tonos cálidos transmiten confort y energía, mientras que los llamados “fríos”, como el azul, el verde o el lila, consiguen que los ambientes resulten más relajantes. Los colores claros y neutros proporcionan amplitud al espacio, pero se ensucian más.

¿Pelo largo o pelo corto?

El pelo largo ofrece una superficie más mullida y transmite mayor sensación de comodidad y calidez. Sin embargo, estas alfombras se convierten en unos auténticos “atrapapolvos”, por lo que necesitan una limpieza más frecuente, casi diaria, y las manchas son más complicadas de eliminar. Si te decides por una alfombra de pelo largo, colócala en una zona de uso poco frecuente a la que quieras dar un aire acogedor, como un rincón del salón.

 

La importancia de las medidas

El tamaño de la alfombra es tan importante o más que su color o su diseño. En la zona de estar, debe guardar proporción con los sofás y sobresalir unos centímetros por cada lado. En el comedor, lo ideal es que supere el perímetro de la mesa entre 50 y 80 cm por cada lado, para que todas las sillas estén situadas dentro de sus límites.

Estancias en las que no puede faltar una alfombra

Además del salón y el comedor, hay más estancias de tu casa en la que la presencia de una alfombra es capaz de cambiar por completo su imagen, aumentar su calidez y elevar su nivel.

 

En el pasillo, un truco ideal

Al ser una zona que, generalmente, tiene menos luz natural que el resto de la casa, una alfombra clara ayudará a que se vea menos oscuro. Para que parezca más profundo, coloca una sola. Y si es muy largo y estrecho, combinar varias ayudará a “acortarlo” visualmente. Juega con las formas para que el conjunto sea más alegre.

En el dormitorio, calidez y encanto

¿A quién no le gusta andar descalzo y sentir la sensación de pisar un suelo suave y calentito? Para ello, las alfombras de lana resultan más agradables. Puedes colocar una grande, que sobresalga por los lados y los pies de la cama, o dos pequeñas laterales. Si la habitación es grande, una tercera a los pies decora más y aporta calidez.

Mantenlas en perfecto estado

Para mantener una alfombra de lana basta con aspirarla una vez por semana. Eso sí, limpia las manchas lo antes posible para evitar que se sequen. Al llegar el buen tiempo, guárdala enrollada en papel de seda y en posición vertical para que no se deforme. Las sintéticas precisan una aspiración más frecuente pero se manchan menos.

Para los niños, muy seguras

Lo más importante es pensar en la seguridad de los niños. Para evitar resbalones, es mejor colocar una única alfombra, más grande y difícil de desplazar por su peso, y elegirla con base antideslizante. Otra buena idea es optar por las que incluyen tratamientos antiácaros, perfectas para librarse de las alergias. Y mejor si están fabricadas con materiales naturales que, con el roce, no emiten compuestos orgánicos volátiles perjudiciales para la salud.

 

Artículo tomado de: El Mueble

 

Regresar al blog